Elvira Laina (EAS)
Se encuentra en la naturaleza, no como aluminio puro sino como un compuesto, por ejemplo, la bauxita. Es uno de los metales más comunes en la naturaleza. Los compuestos de aluminio forman el 8% de la corteza terrestre.
Para su fabricación el óxido de aluminio se separa de la bauxita, dividiéndose después en aluminio y oxígeno a través de electrolisis. Se necesitan grandes cantidades de energía para fundirlo. Y genera residuos de metales pesados muy concentrados como los que han protagonizado el desastre ecológico en Hungria. La masa fundida se presenta en forma de lingotes listos para su laminación.
Este metal posee una combinación de propiedades que lo hacen muy útil en ingeniería mecánica, tales como su baja densidad y su alta resistencia a la corrosión.
Durante mucho tiempo se le consideró inocuo para los seres humanos. Se fabricaron por ello gran cantidad de utensilios para cocinar, envases…Con el tiempo se ha demostrado que puede producir efectos adversos en plantas, animales y seres humanos. La exposición a altos niveles puede causar problemas para la salud, por ejemplo, si se comen alimentos con altos niveles de aluminio, si se colocan vacunas que lo contengan, si se inhala el polvo de aluminio…
Al aluminio reciclado se le conoce como aluminio secundario, pero mantiene las mismas propiedades que el aluminio primario. El aluminio secundario se produce en muchos formatos y se emplea en un 80% para aleaciones de inyección. Otra aplicación importante es para la extrusión. Además de ser más baratos, los secundarios son tan buenos como los primarios.
En su reciclaje se ahorra el 95% de la energía que se utiliza en su producción primitiva. Una vez recogido y clasificado, se aplasta y mediante un proceso de fundición se forman nuevas láminas, para ser usadas de nuevo.
Para proceder al reciclaje del aluminio primero hay que realizar una revisión y selección de la chatarra según su análisis y metal recuperable para poder conseguir la aleación deseada. La chatarra preferiblemente se compactará, generalmente en cubos o briquetas o se fragmentará,lo cual facilita su almacenamiento y transporte. La preparación de la chatarra descartando los elementos metálicos no deseados o los inertes, llevarán a que se consiga la aleación en el horno de manera más rápida y económica.
El residuo de aluminio es fácil de manejar porque es ligero, no arde y no se oxida y también es fácil de transportar. El aluminio reciclado es un material cotizado y rentable. El reciclaje de aluminio produce beneficios y proporciona mano de obra.
Para colaborar en su reciclaje el aluminio usado se echa al contenedor de los envases (amarillo), siempre que esté limpio, al de la basura general, si tiene restos de comida.
Los posibles efectos negativos que puede tener para la salud, unido a la gran cantidad de energía que se emplea en su fabricación nos lleva a pensar que lo adecuado es evitar su fabricación primaria, ya que el aluminio es reciclable al 100%, así como su uso cotidiano. La extendida costumbre de envolver los bocadillos con papel de aluminio es innecesaria salvo que se reutilice. Disminuir la utilización de envases debe ser un objetivo permanente.
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