domingo, 27 de abril de 2008

La seguridad nuclear bajo mínimos en el aniversario de Chernobil



Cuando se cumplen 22 años del accidente nuclear más grave de la historia, Ecologistas en Acción quiere denunciar que la seguridad nuclear española está bajo mínimos. Los recientes sucesos de Ascó I lo ponen de manifiesto, y son un ejemplo más de la degradación de la cultura de seguridad de la industria nuclear española.
Recientemente se han producido unos graves sucesos en las centrales nucleares españolas que ponen de manifiesto que la industria nuclear no se toma en serio la seguridad. Las centrales nucleares de Ascó I (Tarragona), Trillo (Guadalajara), Almaraz I (Cáceres) y Vandellós II (Tarragona) son las que han sufrido recientemente graves incidentes con el denominador común del desprecio de los protocolos de seguridad y la ocultación de los sucesos.
Para Ecologistas en Acción el suceso que ha tenido mayor repercusión ha sido la fuga radiactiva de la central de Ascó I. Este suceso se produjo en noviembre del año pasado, y fue ocultado por la empresa. Otro ejemplo ha sido la pérdida de un tornillo en la vasija del reactor de la central nuclear de Trillo, tras la avería de una de las barras de control. La central nuclear de Vandellós II, la más moderna de las españolas junto a la de Trillo, sufrió un grave suceso consistente en la ruptura de las dos tuberías de captación de aguas en 2004. Este suceso, sin embargo, venía gestándose desde 1993, en que se observaron las primeras señales de corrosión en las tuberías. Y Almaraz I sufrió a principios de este año unos sucesos llamativos en su piscina de combustible gastado: La bomba de circulación del agua de la piscina, vital para garantizar que la temperatura del agua se mantiene bajo control, se averió mientras la bomba de repuesto estaba bajo mantenimiento. El resultado fue que se evaporó agua de la piscina lo que obligó a la evacuación de todos los trabajadores que se encontraban en el recinto.
La causa común para la degradación de la seguridad que se ha producido en estos cuatro sucesos, según Ecologistas en Acción, es una falta de cultura de seguridad por parte de los empleados y una falta absoluta de compromiso con la seguridad nuclear por parte de los explotadores. La cultura de seguridad consiste en la realización de actividades en las instalaciones nucleares siguiendo a rajatabla los protocolos establecidos. En todos los ejemplos se detecta un claro desprecio por la seguridad que se ha traducido en ahorros de tiempo y dinero para los explotadores de las centrales para acelerar las operaciones de recarga o mantenimiento.
En el actual sistema eléctrico español liberalizado, todos los explotadores de centrales de producción de electricidad procuran reducir costes para hacer su fuente de energía más competitiva. Como se ve, estos ahorros dan lugar a una reducción en los niveles de seguridad de las centrales. Por otra parte se procura reducir gastos de personal mediante la reducción de plantillas tanto estables como de contrata, por lo que un número reducido de trabajadores ha de realizar el mismo trabajo.
Un elemento más, no desdeñable, es la falta de dureza exhibida durante largos años por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) hacia los excesos de las centrales nucleares. A menudo se han concedido exenciones a los incumplimientos de los niveles de los parámetros de funcionamiento de las centrales. Especialmente durante el mandato del anterior CSN se concedían un gran número de exenciones a las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF), sobre todo durante los fines de semana. El mismo CSN que autorizó reparaciones, que no eran sino chapuzas, en la central de Garoña (Burgos) en la de Zorita (Guadalajara), ya cerrada.
Además, antes de los sucesos de Vandellós II, que fue sancionada con 1,4 millones de euros, la máxima sanción jamás impuesta fue de 540.000 euros (90 millones de pesetas) a finales de los 90 a la central de Almaraz. Estas sanciones no suponen ni siquiera un día de funcionamiento de una central nuclear, luego nunca serán disuasorias para sus explotadores. A ellos les compensa, por tanto, mantener la central funcionando desafiando las reglas, aunque se les impusiera la multa más grave.
Aunque hay que reconocer que tras los accidentes de Chernobil (Ucrania) en 1986 y de Harrisburg (EE UU) en 1979, se ha avanzado en seguridad nuclear, la actitud de los explotadores de deprecio de la seguridad para reducir costes y la falta de dureza del CSN hasta la fecha, nos han conducido a una situación en que la cultura de seguridad está bajo mínimos. Estas actitudes aumentan el riesgo de accidente.
Para Ecologistas en Acción las consecuencias de Chernobil fueron tan catastróficas que lo más sensato es proceder al abandono paulatino de la energía nuclear. Y entretanto, extremar el rigor para que la cultura de seguridad de la industria nuclear minimice los riesgos hasta el cierre de las centrales.

domingo, 20 de abril de 2008

Toledo Aire Limpio, junto a decenas de organizaciones, estuvo en la manifestación contra el cambio climático en Madrid.



ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DE LA SAGRA TUVO UNA PRESENCIA DESTACADA

Como convocante de la manifestación del Día de la Tierra, la Plataforma Toledo Aire Limpio, de la que forma parte Ecologistas en Acción de La Sagra, ha estado presente junto a la pancarta: "No a la incineración de residuos en la cementeras" y junto a la de la cabecera con otras organizaciones convocantes: "Frente al cambio climático, menos CO2. "
La manifestación ha discurrido por Madrid el día 20 de Abril desde la Plaza Jacinto Benavente hasta la plaza del Museo Reina Sofía donde se leyó un comunicado solicitando una actitud más activa por parte de las administraciones y la población ante la amenaza del cambio climático. A saber:

(...) No hay dietas milagrosas. Para luchar contra el cambio climático tenemos que reducir el CO2, no sirve enterrarlo, no sirve compensarlo, hay que disminuirlo realmente. ¿Cuánto? Tanto como nos dicen los científicos, no los poderes económicos. ¿Cuándo? Ya. Sólo tenemos siete años para cambiar la tendencia de crecimiento de las emisiones. ¿Cuánto nos costará? Bastante, pero mucho menos que si no lo hacemos y supondrá mejoras en los empleos. ¿Podemos hacerlo? Sí, podemos ahorrar mucha energía que gastamos inútilmente, podemos cambiar la forma de movernos, podemos dejar de aniquilar los bosques del planeta. Tenemos decenas de tecnologías renovables, limpias, seguras, disponibles hoy en día presentes en todos los rincones del planeta. ( ...)

Poder es querer y nosotros queremos proponer soluciones, apostando por el uso de energías limpias y renovables. Juntemos nuestras fuerzas y seamos portavoces, en nuestra vida cotidiana, de una causa que bien merece la pena, porque es de todos y a todos nos afecta. En nuestras manos está la fuerza para conseguir frenar el calentamiento global, porque somos muchos con ilusión y ganas de seguir adelante con esperanza. Porque todas y todos, desde nuestros hogares, desde nuestros trabajos y nuestras relaciones sociales, podemos y debemos actuar frente al cambio climático.

Queremos decirlo alto y claro, para que nadie pueda decir que no se ha enterado: Frente al cambio climático, ¡actúa ya!

El cambio climático está provocado por la actividad humana y sus impactos ya son evidentes. El IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas), en su último informe señala que la temperatura media ha subido 0,74º C en los últimos 100 años. Sin embargo, el IPCC también confirma que esos impactos se pueden mitigar estabilizando los gases de efecto invernadero de modo que no se superen los 2º C de incremento de la temperatura global respecto a la época preindustrial, usando para ello las tecnologías actualmente disponibles o aquellas que se espera sean comercializadas en las próximas décadas e incidiendo en el ahorro energético.
Nuestro país debe reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero. El Gobierno no tiene excusas para no actuar con la contundencia que los datos reflejan, particularmente dado el aumento de las emisiones en España, muy por encima del límite marcado por el Protocolo de Kyoto.

Por ello, Toledo Aire Limpio pide a los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas que implanten objetivos, planes y medidas concretas y urgentes para luchar contra el cambio climático y al gobierno que lidere esta lucha abogando por objetivos dentro de la Unión Europea mas ambiciosos. Pedimos que el gobierno apoye objetivos de reducción dentro de la Unión Europea, al menos un 30% para el año 2020 y un 80% para el año 2050, y adicionalmente a ello destine fondos para financiar la adaptación en países empobrecidos y su desarrollo limpio, que pueden proceder de la fiscalidad sobre los combustibles fósiles y nucleares. Estos fondos deben acompañarse de transferencias de tecnología en condiciones justas y de un cambio en las reglas del comercio mundial que reduzcan las desigualdades.
El transporte motorizado sigue creciendo sin apenas control, alimentado por el desmesurado crecimiento de las infraestructuras y por una política que sigue priorizando el transporte privado sobre el transporte público colectivo y, en particular, los medios más insostenibles sobre los más eficientes. El transporte es también la principal causa de la fragmentación de los ecosistemas y uno de los mayores responsables del actual caos en la ordenación del territorio y la planificación urbanística, así como el motivo más relevante de la pérdida de habitabilidad de nuestras ciudades (contaminación del aire, ruido, falta de espacio…). De todo ello en la comarca de La Sagra tenemos numerosos ejemplos. Además, el transporte es el origen de una auténtica epidemia, los accidentes de tráfico, con unos costes sociales, laborales y económicos intolerables. El Plan de Infraestructuras (PEIT) debe replantearse teniendo en cuenta los principios de sostenibilidad ambiental y la reducción drástica de su incidencia en el cambio climático. En este sentido, es urgente avanzar hacia un nuevo modelo de movilidad intermodal fomentando el ferrocarril convencional frente al sólo AVE.
La única solución energética sostenible al problema del cambio climático, así como a los múltiples problemas ambientales causados por el actual modelo energético, se basa en el ahorro, la eficiencia energética y las energías renovables. No basta con pequeños cambios, ni con políticas que por un lado favorezcan a las energías limpias y por otro mantengan los privilegios de las energías sucias. Por lo tanto, las administraciones públicas deben dejar de apoyar directa o indirectamente a las empresas y a las fuentes de energía sucia que provocan el cambio climático.

Más aún, deben desenmascarar a las empresas que, como las cementeras, pretenden justificar la incineración de residuos peligrosos (neumáticos, plásticos, disolventes...) en aras de reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes, cuando lo que en realidad hacen es aumentarlas y emitir grandes cantidades de dioxinas y furanos, sustancias probadamente cancerígenas que comprometen la salud de los ciudadanos y el medio ambiente.

martes, 8 de abril de 2008

Manifestación Día de la Tierra




Ecologistas en Acción de la Sagra y la Plataforma Toledo Aire Limpio organizan, junto a numerosos colectivos y movimientos ciudadanos la manifestación que todos los años se celebra en Madrid con motivo de el Día de la Tierra.
No faltes.
Será el sábado día 20 de Abril, a las 12,00 horas en
la Plaza Jacinto Benavente de Madrid